Cómo hablar en público sin miedo
Hablar en público sin miedo es uno de esos demonios a los que la mayoría de personas tememos enfrentarnos en algún momento de nuestra vida.
Y me atrevo a adelantarte: luego, no es para tanto.
El temor a hablar delante de otras personas, conocido como glosofobia (si, yo tampoco lo sabía hasta que lo encontré en Wikipedia), es realmente común.
Incluso los profesionales que estamos en constante exposición al público sufrimos o hemos sufrido alguna vez esa ansiedad de enfrentarte a una audiencia. ¿En serio? ¡Digo! Si tu supieras la fiesta que se monta en mi barriga cada vez que actúo con un monólogo o en una presentación de evento, fliparías.
Sin embargo, hablar en público sin miedo, nos guste o no, es una habilidad necesaria tanto desde el punto de vista profesional, como personal, por lo que ser capaz de comunicarte con confianza y sin miedo en público debe de estar entre tus propuestas de año nuevo. Tacha ya el gimnasio, si luego no vas a ir… xD.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
- 1 ¿Por qué es importante saber hablar en público sin miedo?
- 2 ¿Qué podría hacer para hablar en público sin miedo?
- 2.1 Identifica tu miedo a hablar en público
- 2.2 Piensa en el «para qué»
- 2.3 Dedica todas las horas necesarias a preparar tu exposición
- 2.4 Practica tu presentación
- 2.5 No todo son palabras: trabaja el lenguaje corporal
- 2.6 Un plus para vencer al miedo: respira, medita y visualización positiva
- 2.7 Dicho todo lo anterior: EXPONTE
- 2.8 Bonus track: entrena realizando cursos y talleres que te ayuden a mejorar habilidades comunicativas y de autoconfianza.
¿Por qué es importante saber hablar en público sin miedo?
Nos guste o no, a lo largo de nuestra vida, vamos a encontrarnos con distintos momentos en los que nos va a tocar hablar en público: una exposición en el instituto o universidad, una presentación en tu trabajo, un discurso en la boda de tu mejor amiga, en la asociación de padres del colegio de tus hijos… ¡cualquier lugar es bueno!
Por eso es importante estar preparados, para que esa experiencia no se convierta en algo traumático.
Poder hablar en público sin miedo es importante para poder comunicar tus ideas de manera eficaz, lo cual es crucial tanto en el ámbito personal, profesional y académico.
Trabajando la seguridad en lo que estás haciendo, evitarás los temidos lapsus de memoria causados por la ansiedad, la tendencia a hablar demasiado rápido debido al nerviosismo, la incapacidad de hacer contacto visual con tu audiencia y la tendencia a usar ‘muletillas’ innecesarias.
En su lugar, podrás presentar tus pensamientos de manera clara y convincente, permitiendo que tu mensaje destaque, en lugar de que la audiencia vea un flan moviendo los labios encima de un escenario.
La capacidad de hablar en público también puede aumentar tu confianza en ti mismo y mejorar tus habilidades de liderazgo.
Al hablar en público, te expones a ti mismo y a tus ideas, lo que requiere una gran dosis de valentía y autoconfianza. Con cada presentación que realices, notarás un incremento en tu autoestima, facilitando la superación de futuros desafíos.
Porque no nos engañemos. Superar el miedo a hablar en público no sucede de un día para otro por arte de magia. Es un proceso de autoconfianza. Entrenando durante tiempo, conociendo distintas herramientas y exponiéndote cada vez más, te harán ir mejorando y ganando seguridad a la hora de hablar ante una audiencia.
¿Qué podría hacer para hablar en público sin miedo?
A continuación te dejo un listado de acciones que puedes llevar a cabo para disminuir el miedo a exponer ante una audiencia.
Esto no es ningún tipo de guía que haya que seguir al pie de la letra. Cada persona tiene su proceso y hay determinadas acciones que para unos funcionan mejor que para otros.
Quiero compartir contigo algunos de los consejos que a mi me han venido bien a la hora de minimizar mis miedos, para que apliques los que consideres mejor según tu propio proceso y puedas mejorar en tu habilidad de hablar en público.
Identifica tu miedo a hablar en público
Muchas veces, este miedo surge de experiencias negativas previas, como una presentación en la que nos sentimos juzgados o en la que olvidamos aquello que teníamos que decir.
Otras veces, puede ser el resultado de la inseguridad en nosotros mismos o de la falta de preparación.
Una vez que hayas identificado la raíz de tu temor, puedes comenzar a trabajar en superarlo.
Si tu miedo proviene de una experiencia anterior, trata de analizarla y aprender de ella en lugar de evadirla. Si surge de la inseguridad, trabaja en la mejora de tu autoestima. Y si se debe a la falta de preparación, asegúrate de dedicar suficiente tiempo a ensayar y conocer bien tu material antes de tu próxima presentación en público.
Sobre todo recuerda: nosotros mismos, somos nuestros peores enemigos. La forma en la que nos hablamos y la imagen que tenemos de nosotros mismos, suelen mermar nuestro potencial.
Por ello es tan importante conocer el origen de nuestro miedo a hablar ante una audiencia y enfrentarnos al mismo. Poco a poco ganaremos la confianza necesaria para sentirnos más seguros cuando nos apuntan los focos.
Piensa en el «para qué»
Algo que a mi me ha funcionado muy bien es pensar en: ¿para qué estoy haciendo esto?
Todo lo que hacemos tiene un «para qué». Cuanto más importante sea ese «para qué», más motivado estarás para enfrentarte a tu miedo a hablar en público.
Ten en cuenta que tu y solo tu eres quién le da importancia a ese «para qué». Si el «para qué» viene impuesto de fuera, será visto como un obligación y tu energía a la hora de dedicarle tiempo será la de las últimas barritas de la batería.
Asegúrate de que el «para qué» te importe a ti realmente. Que sea tuyo. Lo que para alguien puede carecer de sentido o no tener la menor importancia, para ti puede ser un gran reto a superar.
Por ello marca bien tu «para qué» y ten la certeza de que este sea realmente importante para ti. Eso te dará un puntito extra de adrenalina a la hora querer salir ahí y comerte el escenario ante esa audiencia expectante.
Dedica todas las horas necesarias a preparar tu exposición
¿Cuántas veces en el instituto o universidad te ha tocado realizar un trabajo en grupo que luego había que exponer y te has limitado a leer lo mismo que aparecía en las diapositivas, con voz temblorosa y estando al borde del microinfarto?
La preparación meticulosa de tu exposición es un factor clave para superar el miedo a hablar en público.
Conocer bien tu material te permitirá hablar con autoridad y confianza, lo cual a su vez te hará sentir más seguro de ti mismo. Piensa que bien sea un trabajo académico que has realizado o una exposición relacionada con tu ámbito profesional, vas a hablar de un tema que dominas por las horas que le has dedicado, por lo que ten confianza en tus conocimientos sobre el tema.
La preparación no sólo incluye el contenido de tu presentación, sino también el entender a tu audiencia, su contexto y sus expectativas. La familiarización con el lugar de la presentación también puede ser un factor importante para aliviar la tensión.
Practica tu presentación
Ensayar tu discurso te permitirá familiarizarte con el contenido, mejorar tu fluidez y ajustar el tono y el ritmo de tu habla.
Para que esto no se haga algo soporífero, vuelvo a insistir en la importancia de tener muy bien marcado el «para qué».
Al principio del artículo te hacia la bromita del gimnasio, pero no es ninguna broma. Si lo piensas, cada vez que te has inscrito al gimnasio y varios meses después te has borrado porque no ibas y estabas financiando la carrera de los hijos del dueño, ¿tenías un «para qué» suficientemente importante? La operación bikini no cuenta.
Tener un objetivo claro e importante hará que te tomes la práctica de tu presentación como un entrenamiento de alta intensidad para dar lo mejor de ti a la hora de hablar en público.
La repetición hará que aprendas de memoria partes clave de tu presentación, lo que te dará una red de seguridad en caso de que los nervios te hagan olvidar lo que ibas a decir a continuación.
Si puedes, practica en el lugar donde darás la presentación para sentirte familiarizado con el mismo. Si eso no es posible, busca un espacio similar o tira de imaginación.
Cuando te sientas algo más cómodo, pide retroalimentación a otras personas para refinar tu presentación y aumentar tu seguridad.
También puedes grabarte mientras practicas para luego revisar y ajustar aquellos aspectos que consideres necesarios.
Y recuerda, la práctica no se trata de lograr la perfección, sino de conseguir la confianza y la familiaridad con el contenido que te permita transmitir tu mensaje de manera efectiva y natural.
No todo son palabras: trabaja el lenguaje corporal
Pocas veces le prestamos atención a todo lo que somos capaces de decir a través del lenguaje corporal.
Dominar el mismo puede ayudarte a transmitir confianza y credibilidad, además de reforzar tu mensaje.
Elementos como el contacto visual, la postura y los gestos pueden demostrar autoridad y seguridad, lo que a su vez genera confianza en tu audiencia y en ti mismo.
Controlar tu lenguaje corporal te ayudará a gestionar tus propios miedos e inseguridades. Adoptar una postura erguida y mantener la cabeza alta puede hacerte sentir más confiado.
Es importante recordar que el lenguaje corporal debe estar en sincronía con tus palabras. Si tus palabras son seguras pero tu lenguaje corporal muestra inseguridad, la audiencia percibirá esta incongruencia y podría dudar de tu mensaje.
Por lo tanto, trabajar conscientemente en tu lenguaje corporal puede convertirse en una herramienta imprescindible para hablar en público sin miedo.
Un plus para vencer al miedo: respira, medita y visualización positiva
Los nervios son inevitables. Si no tuvieras nervios antes de salir ahí y ponerte a hablar frente a una audiencia, te llamarías ChatGPT o estarías muerto.
La respiración y la meditación son poderosos aliados a la hora de enfrentarnos al miedo de hablar en público.
La respiración profunda, por ejemplo, puede reducir la sensación de nerviosismo al regular la producción de cortisol, la hormona del estrés. Simplemente cierra los ojos y toma una serie de respiraciones profundas antes de subir al escenario. Este acto simple puede tener un efecto sorprendente en tu nivel de confianza.
Pero además de no olvidarte de respirar, medita. La meditación puede ser muy útil para calmar la mente y reducir la ansiedad.
Esta te permite centrarte en el presente, en tu «para qué» (¿otra vez? Si, otra vez), alejando tus pensamientos de los miedos e inseguridades futuros.
Algunos minutos de meditación antes de tu presentación pueden marcar una gran diferencia en tu estado emocional. Aprovecha esta herramienta para fortalecer tu autoconfianza y ayudarte a reducir el miedo de hablar en público.
¡Y se positivo! Nosotros mismos somos nuestros peores enemigos a la hora de proyectar miedos y peligros donde realmente hay más oportunidades que otra cosa. Por ello es fundamental que tengas una visualización positiva.
Aprovecha la meditación para proyectar una imagen positiva de lo que va a suceder. Como siempre me ha dicho mi padre: es peor pensarlo, que pasarlo. ¡Confía y disfruta!
Dicho todo lo anterior: EXPONTE
Todos los puntos anteriores te ayudarán sin duda a reducir el miedo de hablar ante una audiencia, pero no vas a saber realmente si funcionan hasta que no te expongas.
La exposición repetida y consciente a una situación temida es una estrategia efectiva para superar el miedo a hablar en público.
Cuando te expones de manera regular a hablar ante una audiencia, empiezas a familiarizarte con la experiencia, y eso reduce gradualmente el miedo. A medida que ganas confianza, descubres que puedes manejar la situación, y la percepción del peligro disminuye.
Piensa en ello como un entrenamiento: al principio puede ser difícil y desalentador, pero con el tiempo, te vuelves más fuerte y más capaz.
La exposición a la audiencia también te da la oportunidad de perfeccionar tus habilidades de presentación, aprender qué funciona y qué no, y adaptarte en consecuencia.
No te preocupes por cometer errores al principio. Recuerda, cada paso en falso es una oportunidad para aprender y mejorar. Con cada presentación, te acercas más a convertirte en un orador público confiado y convincente.
Bonus track: entrena realizando cursos y talleres que te ayuden a mejorar habilidades comunicativas y de autoconfianza.
A día de hoy existen una infinidad de cursos tanto online como offline, orientados a la mejora y desarrollo de las llamadas soft skills.
Mi recomendación es que busques algún tipo de actividad o curso, donde se trabajen distintas habilidades, priorizando una actividad a la que tengas que asistir físicamente junto a otras personas, por delante del mundo online.
El hecho de tener que asistir físicamente incrementa tu compromiso y al hacerlo junto a otras personas por un lado trabajas la exposición y por otro lo haces en un entorno con compañeros que buscan exactamente lo mismo que tú, por lo que el ambiente de trabajo es más agradable.
Si vives en Málaga y quieres desarrollar habilidades comunicativas e incrementar la confianza en ti mismo a la hora de hablar en público, en Alikindoi Impro, escuela de improvisación teatral, estaremos encantados de recibirte.
Lo bueno que tiene la impro es que te aporta una amplia caja de herramientas sociales y comunicativas, que podrás aplicar tanto en tu ámbito personal, como profesional.
Espero que este artículo sobre cómo hablar en público sin miedo te ayude o al menos te inspire a enfrentarte a ese demonio y que pronto me dejes un comentario contándome tu experiencia con eso de exponer o realizar una presentación y qué te ha servido para sentirte más seguro frente a la audiencia.
¡Nos leemos!
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