Qué es STORYTELLING y por qué puede ser un gran aliado en tu vida profesional y personal
¿Qué es storytelling? Ni lo sé, ni me importa. Mi principal preocupación es aprenderme de carrerilla esta presentación sobre distintas estructuras organizativas en la empresa y tratar de no cagarla al exponer delante de mis compañeros y de ese maldito profesor con sus preguntitas que van «a pillar».
¿Te suena esta situación? Seguramente te veas reflejado en ella, rememorando tus viejos tiempos de estudiante de instituto o de universidad. O quizás no haya que remontarse tanto. ¿Sigues sin disfrutar cuando tienes que realizar una exposición o dirigirte a un público en tu ámbito laboral?
Nervios, desconfianza, miedos, boca seca, dudas…, ¿reconoces estas sensaciones?
Recuerdo como mis primeras exposiciones estaban cargadas de diapositivas con más texto que el Quijote y como me limitaba a leerlas, dando la espalda a mis compañeros y al profesor. Quería contacto cero. ¿Por qué?
Me aterraba encontrarme con la cara de alguien que estuviera a un paso de dormirse, que estuviesen mirando hacia otro lado o peor aún, la cara del profesor gesticulando como si todo lo que estuviese escuchando fuese un mal concierto de violín.
Hasta que me di cuenta que hasta aquello que parece el mayor tostón de la historia, puede impregnarse de creatividad y de distintas formas de ser contado. ¿Cómo? Pues entre otras herramientas, gracias al storytelling.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
Qué es Storytelling
El storytelling, así de forma rápida, es el arte de contar historias. Pues te habrás quedado a gusto. La verdad es que sí. Porque es así de sencillo: se puede aprender a contar buenas historias.
Desde el inicio de los tiempos, el ser humano ha usado las historias para comunicarse con los demás y expresar sus pensamientos. Las historias interesantes, permiten conectar con la audiencia que las escucha, impactar emocionalmente, persuadir e influenciar.
Y para muestra, un botón:
En el vídeo anterior, Aldo Narejos, un crack de la música, nos cuenta una historia personal de superación. Es una historia cercana, que nos podría ocurrir a cualquiera de nosotros. Conecta emocionalmente, sintiéndonos reflejados en cada una de las etapas que ha ido pasando. Y al final se te queda ese regustito en el cuerpo de «yo también puedo», consiguiendo producir un cambio para motivarte a conseguir tus sueños.
El storytelling, técnicamente hablando, es un anglicismo utilizado para agrupar técnicas de ordenación de ideas, escribir con facilidad y atrapar la atención del lector o público.
En los últimos años este concepto ha ganado mayor relevancia, al relacionarlo como parte de una estrategia de marketing, teniendo el objetivo de conectar con los usuarios con el mensaje que se está transmitiendo, generar confianza y persuadir o influenciar en sus decisiones.
Porque a todos nos gusta escuchar una buena historia, pero pocos sabemos contarla. Por ello además de saber qué es storytelling, debemos conocer sus claves.
Claves del Storytelling
El storytelling no es simplemente contar una historia: es capturar su esencia, darle forma y contarla.
Por ello es fundamental que tengas en cuenta las siguientes claves del storytelling:
¿A quién se dirige tu historia?
Piensa quién es tu audiencia. ¿Cómo puedes captar su atención y emocionarla? Tu historia debe emocionar al público e invitarlo a reflexionar. Y la única forma de poder hacerlo es conocer bien a quién te diriges.
¿Qué va a contar tu historia?
Formula el mensaje principal que quieres transmitir y construye la historia a su alrededor. Una frase lo más clara posible. No te líes. Evita introducir elementos innecesarios y sé conciso.
¿Donde puedes inspirarte?
Las mejores historias, como en el caso de Aldo Narejos, son aquellas que cuentan una experiencia personal. Y como me gusta poner ejemplos, te dejo uno del que fuera un gran maestro del storytelling: Steve Jobs.
Pero si crees que en tu vida no pasan cosas interesantes o estás bloqueado y no sabes muy bien de qué podrías hablar, siempre puedes buscar otras fuentes de inspiración.
Prometo publicar una próxima entrada en el blog con posibles fuentes de inspiración que pueden serte útiles.
Piensa en la estructura
Las historias, tal y como nos enseñaron en el colegio, tienen que tener como mínimo una introducción, un nudo y un desenlace. Existen estructuras más complejas pero, ¿para qué hacerlo difícil?
En la introducción presenta al personaje o personajes de la historia, descríbelo, habla de sus emociones, que la audiencia lo conozca.
Tras la introducción, cuando todo parezca irle bien a nuestro personaje, debe aparecer un conflicto. En el nudo de la historia, tu audiencia quiere ver la lucha de tu protagonista y los obstáculos que debe superar.
Y finalmente dedica a tu historia un final memorable. En el desenlace de tu historia, se conocerá si el protagonista consiguió o no resolver el problema al que se enfrentaba, porque los finales no tienen porqué terminar bien.
Lo importante es que haya un aprendizaje, que el público se quede con ideas sobre las que reflexionar, para sacar sus propias conclusiones o influir en su comportamiento.
Da vida a tu historia
Una historia no es una mera exposición de los hechos. Para realmente contar una buena historia, hay que darle vida a la misma. Todo depende de cómo se cuente y de cuán convincente suene.
Si no crees firmemente en la historia que estás contando y en el mensaje que quieres transmitir, nadie lo hará.
Nadie mejor que tú, que has trabajado horas en el desarrollo de esa historia, presentación o exposición, conocerá los detalles de la misma. Disfruta de lo que has creado y haz disfrutar al resto.
Acompaña tus palabras de distintos tonos y ritmos. Inyéctale emociones en los momentos precisos. Improvisa con la audiencia cuando ocurra algo que no estaba previsto. Y sí, aprovecha y aprende a disfrutar de los silencios, porque toda buena historia debe tener silencios en momentos adecuados que ayuden a incrementar la carga emocional, a reflexionar, o simplemente a tomarte un breve respiro.
¿Por qué es interesante aplicar el storytelling a tu vida?
En mi caso, desde que descubrí que un mismo tema podía ser contado de miles de maneras diferentes, me cambió la perspectiva de lo que sentía a la hora de exponer. Pase del nerviosismo y el miedo, al disfrute. Tanto, que acabé dedicándome a ello. ¿Buscas un presentador para tu evento? Guiño, guiño.
Y es que las historias nos ayudan a comprender las cosas. A procesar los hechos para sacar conclusiones. Las historias se recuerdan, los datos no.
Contar historias es de las capacidades más antiguas que existen. Una buena historia permite conectar emocionalmente con tu público, llegando y tocando corazón, cabeza, cuerpo y espíritu. La parte más racional y también, la más instintiva.
Si eres un estudiante que tiembla cada vez que tiene que exponer, o eres un trabajador que tiene que dirigirse a una audiencia para presentar un producto o unos informes, pensando en «a mi no me pagan por hacer esto», espero que este artículo te inspire a poder disfrutar de tus exposiciones.
A mi me costó al principio, pero a base de trabajo y confianza, conseguí dominar a la bestia. ¡Chúpate esa profesor de preguntitas malévolas!
Echa un vistazo a las Charlas TED para poder inspirarte a la hora de contar historias. Son sin duda uno de los mejores recursos para aprender y captar ideas.
En este enlace de charlas TED en español encontrarás varias de ellas.
¿El artículo sobre qué es storytelling te ha parecido interesante? Te agradecería si me dejas un comentario y lo compartes en tus redes sociales. No hay mejor premio para seguir escribiendo ;)
Y otra cosita:
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