En el mes de marzo, cuando pasó lo que pasó (no voy a darle más publicidad al bicho ese del infierno), tuve que reconvertir mis clases de impro en Málaga, adaptándolas a la nueva realidad que se preveía para las siguientes semanas.
Un guantazo a mano abierta para los que trabajamos en formación teniendo tu programación planificada, pero con un escozor especial, cuando además tu formación depende en gran medida de estar en contacto físico con y entre los alumnos.
Pero esto es impro y que mal profesor sería si no hubiese sabido improvisar en un momento tan delicado.
Me adapté, los contenidos se adaptaron y los alumnos también lo hicieron a varios meses de formación online, que nos permitieron mantener la chispa, la formación y el entrenamiento de los contenidos, añorando la llegada de la «nueva normalidad».
Y llegó. Con mascarillas y gel hidroalcohólico, pero llegó.
Varias modificaciones de fechas después, tras nuevas prórrogas del estado de alarma y a la espera de información algo más clara sobre nuestro sector, por fin pudimos realizar el taller de estatus aplicada al teatro de improvisación con Rafa Villena.
Todo apuntaba a que iba a ser un taller raro. Las mascarillas, la distancia social y el gel hidroalcohólico iban a ser los principales protagonistas de este taller, pero una vez acordados ciertos protocolos con todxs lxs alumnxs y reservado nuestro espacio en la sala de Coworking BeWorking Málaga, el pasado fin de semana del 27 y 28 de junio, este taller de impro intensivo fue una realidad.
Si te soy sincero, pensaba que después de varios meses confinados viéndonos solo a través de pantallas, el recelo a juntarse con personas y el tema de los protocolos sanitarios, iban a hacer que el ambiente de este taller de impro intensivo fuera un tanto extraño (tirando a «raro de cojones»).
Pero qué equivocado estaba. La motivación estaba por las nubes. Lxs alumnxs enchufadísmxs saliendo a escena en cada propuesta del gran Rafa Villena, el cual maneja los ritmos de un taller de 12 horas con una energía, variedad de propuestas, motivación y buen ambiente, digna de subrayar.
Durante día y medio hemos conseguido olvidarnos de todas las cosas negativas que esta nueva situación nos ha traído. Hemos aprendido y evolucionado en un concepto difícil dentro del teatro de improvisación, pero muy necesario para dotar las historias de mayor calidad interpretativa. Pero sobre todo hemos hecho que esta familia improvisadora que poco a poco está creciendo en Málaga, se mantenga activa y con más ganas que nunca de seguir creando.
Por eso agradecer a Rafa Villena su flexibilidad y adaptación con el cambio de fechas y por la calidad de su formación. Pronto estamos organizando otra 😀
Y como no, a las alumnas y alumnos que llenaron la sala este fin de semana de ganas, creatividad, ingenio y trabajo duro. ¡Sois muy grandes!
Por cierto, la impro continúa este mes de julio en la playa de la Misericordia de Málaga, con un taller de cuatro clases que estoy organizando, para mantenernos activos parte de este verano. Si quieres saber más acerca del Impro On The Beach, haz click en el enlace.
¡Seguimos improvisando!
Llevo más de 10 años recorriendo España, actuando como monologuista y actor de teatro de improvisación, y como presentador de eventos para varias marcas e instituciones.
Desarrollo talleres formativos en técnicas de improvisación teatral y de habilidades para hablar en público, tanto para particulares, como empresas.
Asimismo, diseño y pongo en práctica acciones de teambuilding para trabajar ciertas habilidades profesionales, de forma práctica, amena y mediante el juego.
Ha sido un privilegio estar este finde entre dos grande de la impro y con unos compañeros de categoría. Risas, buen ambiente y mucho aprendizaje!! Gracias compañeros!
Gracias a ti por tus risas, compañerismo y por tu gigante. Sobre todo por tu gigante 😀
La nueva normalidad ha venido y sabemos cómo ha sido. ¡Una pasada! Rafa Frías os lo cuenta en este post y yo suscribo cada una de sus palabras. Ha sido un curso increíble. Rafa Villena nos cameló desde el minuto uno con su generosidad, simpatía y profesionalidad. Tenía mucho que enseñar y nos pilló con tantas ganas de aprender, de volver a sentirnos y de crear juntos en el mismo espacio físico que todo rodó y rodó como una buena croqueta. ¡¡GRACIAAAAS!!
Muchas gracias Paloma por tu asistencia, generosidad y risas. Esto no para… ¡y que vivan las croquetas!